CORFO INNOVA CHILE 13IDL1-25334 (2013-2014). Bebidas con antioxidantes de algas rojas.
Actualmente el mercado de los nutracéuticos está en expansión por sobre los alimentos convencionales. El 2011 la industria de los nutracéuticos presentó un tamaño de mercado de US$142,1 billones con proyecciones de US$204,8 billones para el año 2017 y una tasa de crecimiento anual compuesta del 6,3% según reporta Transparency Market Research (Nutraceuticals world, 2013). Estos antecedentes nos indican que estamos en presencia de un mercado con amplio crecimiento, situación que nos presenta una gran oportunidad para realizar innovaciones en este sector. En Chile, siguiendo la tendencia de países en el exterior, los consumidores comienzan a percibir la necesidad de una mejor nutrición y los efectos directos que tiene sobre la salud. Si bien el concepto de “nutracéuticos” no está aún en la mente del consumidor como tal, existe conocimiento sobre ciertos productos presentes en el mercado que ayudan por ejemplo a reducir el colesterol, o mantener la flora intestinal, o la presencia de antioxidantes y sus beneficios. Dentro de los productos nutracéuticos el mercado de los antioxidantes a nivel mundial ha tenido ventas por sobre los US$34 billones, debido principalmente a un aumento en la percepción del consumidor de una vida más saludable (Joysa 2012). Un antioxidante es aquella sustancia que presenta bajas concentraciones respecto de un sustrato oxidable (biomolécula) que retarda o previene su oxidación. En otras palabras es una sustancia que tiene la capacidad de inhibir la oxidación causada por los radicales libres, actuando algunos a nivel intracelular y otros en la membrana de las células, siempre en conjunto para proteger a los diferentes órganos y sistemas. Muchas son las investigaciones que señalan las ventajeas para la salud existentes en el consumo de antioxidantes (Cornish & Garbary, 2010), y los efectos perjudiciales de los radicales libres. Entre las enfermedades detonadas por los radicales libres y que pueden ser prevenidas con la incorporación de antioxidantes en la dieta podemos señalar las enfermedades no trasmisibles (ENT). Ciertamente las ENT son un grave problema de salud mundial, al igual que en nuestro país. Al analizar el origen de las causas de mortalidad en Chile, se observa que son las ENT (enfermedades cardiovasculares, tumores, diabetes mellitus y enfermedades pulmonares crónicas) las que concentran la mayor parte de las muertes, con cifras que se mantienen por sobre el 50% de los casos (OMS, 2010). El creciente interés de la población por la ingesta de alimentos de origen natural ha provocado un aumento en la demanda por antioxidantes naturales (Ibáñez et al., 2003). En los últimos años, las algas marinas han llamado la atención como fuentes naturales de antioxidantes con amplias perspectivas de aplicación en el tratamiento de diferentes patologías, conservación de alimentos y en la industria de cosméticos (Potterat, 1997). Se ha demostrado que extractos crudos de algunas especies de algas tienen un notable efecto antioxidante en aceites vegetales (Le Tutour, 1990). Otros autores (Yan et al., 1998) han comprobado que extractos de algas marinas tienen la capacidad de atrapar los radicales libres. También en microalgas de diversos sistemas ecológicos se ha observado esta propiedad (Miranda et al., 1998; Bandaranayake, 1998; Dunlap et al., 1999). Cornish & Garbary (2010) detallan los antioxidantes que se pueden obtener desde las macroalgas y la eficiencia, directa o indirecta contra distintos tipos de patologías, entre las que se pueden mencionar cáncer, tumores hipertensión, entre otros. Sin lugar a dudas podríamos seguir mencionado más enfermedades que estén relacionadas directa o indirectamente con el estrés oxidativo causado por los radicales libres, los que son estabilizados por antioxidantes presentes en la dieta. Por lo que una dieta o el consumo de un aditivo que contenga antioxidantes de origen natural favorecerán la disminución de la probabilidad de padecimiento de alguna de las patologías señaladas. En Chile existen aproximadamente 550 especies de algas bentónicas, aunque las conocidas ampliamente por la población representan menos del 1% de ellas. Las especies más comunes son exportadas como materia prima, usadas internamente en las industrias de alginatos y agar, y en menor grado consumidas como alimentos (Chapman y Chapman, 1980); y además durante los últimos años ha aumentado significativamente la importancia económica y social de este recurso natural renovable. Entre las macroalgas con mayor aplicación y posicionamiento en el mercado están las pertenecientes al grupo de las algas rojas. Este grupo posee ejemplares cuya composición química es destacable desde la perspectiva de su aplicación en las industrias farmacéuticas, alimenticias y biotecnológicas. De este modo, el siguiente proyecto busca como objetivo central investigar la capacidad antioxidante de los extractos obtenidos de 3 macroalgas presente en las costas de la Octava región, para el desarrollo de un ingrediente aplicado a una matriz liquida para la industria nutracéutica y posicionar en el mercado un producto natural con importantes aportes a la salud de los consumidores.